Como Pascal, pero con mala leche

| viernes, 26 de agosto de 2011 | 22:08




Nicolás Gómez Dávila es el terror moral, que diría Kurtz. Una mezcla de mala hostia y disparos por elevación -da igual dónde caiga y a quién se lleve por delante-, que se concentran en los aforismos de su obra de título insostenible “Escolios a un texto implícito“. Resulta evidente que los de marketing no van a hacer su ferragosto, pero a los que les interese la literatura sin aditamentos, disfrutarán de estos pensamientos inmoderados, sarcásticos, a veces crípticos, siempre feroces en su brillantez, que descreen de los sistemas aunque el autor pretendiese crear una imagen totalizadora en el lector, al igual que en los pasatiempos de los diarios en que uniendo puntos dispersos se conforma un dibujo. Este colombiano es políglota, reaccionario, pesimista, orgulloso, romántico en tanto en cuanto el romanticismo significa todo lo irracional -que no revolucionario-, pero, ante todo, es un finísimo y mordaz observador de la estupidez humana. Su obra aforística es comparable a Nietzsche, Rivarol, Joubert, Cioran, Schopenhauer o Canetti, y nada escapa a sus fogonazos: política, amor, religión, literatura, arte… En fin, como en el sexo, lo mejor es no hablar de él, sino practicarlo, así que aquí les dejo un recipiente lleno de perlas, esmeraldas, amatistas, zafiros, diamantes, topacios, ópalos, lapislázulis, jades, cornalinas, aguamarinas, para que puedan introducir la mano en el a fin de relajarse, como hacía Hermann Goering, o mejor, para que llenen de tales piedras el cuenco de su magín. Bon appetit.
“Disciplina, orden, jerarquía, son valores estéticos”.
“En tiempos aristocráticos lo que tiene valor no tiene precio; en tiempos democráticos lo que no tiene precio no tiene valor”.
“No escucho tu prédica, sino tu voz”.
“El cruce de la relación horizontal amigo-enemigo con la relación superior-inferior configura la estructura política elemental”.
“A ricos y pobres hoy solo los diferencia el dinero”.
“Los partidos liberales (girondinos, propietarios franceses del 30, manufactureros ingleses del 32, demócratas jacksonianos, próceres criollos. Etc…) se han distinguido por la bella retórica con que adornan sus propósitos mercantiles”.
“Al romperse el marco, la burguesía se expande sobre la sociedad entera, inventa el estado nacional, la técnica racionalista, la urbe multitudinaria y anónima, la sociedad industrial, la masificación del hombre y, en fin, el proceso oscilatorio entre el despotismo de la plebe y el despotismo del experto“.

Entrevista en la televisión portuguesa

| martes, 23 de agosto de 2011 | 10:07

He estado unos días de promo por tierras lusitanas. Aquí les dejo una entrevista que ha quedado maja. Oporto sigue siendo una de mis ciudades preferidas. Y cuando las autoridades se decidan a hacerle un lavado de cara, no les cuento. Un especial agradecimiento a Espinho por la acogida que me depararon, y felicitarles por la espectacular biblioteca.


http://www.youtube.com/watch?v=jI-xaPlB9rc&feature=youtu.be

Muerdan el hierro

| martes, 16 de agosto de 2011 | 12:38


Hoy les invito a un paseo virtual por un gimnasio. Pónganse cómodos, ropa ligera, que transpire bien, luego enchúfense algo potente en el ipod, Rammstein, por ejemplo, Du hast o Waidmanns Heil, algo que les incite a morder el hierro. Luego entren conmigo en la sala, hoy toca hombro y gemelos. De inmediato podrán identificar unos biotipos concretos, que podrían protagonizar sin ápice de duda un documental de Rodríguez de la Fuente. En todo gym que se precie no puede faltar un 'profesional', alguien a quien siempre encontrará aconsejando a otro sobre cómo hacer las tablas de ejercicios o la mejor forma de mezclar los suplementos de proteínas -aunque no tenga ni idea del asunto, ese es otro cantar-. También están los 'charletas', personal que paga el mes pero que nunca verán acercarse a una mancuerna o barra, sencillamente ocupan la hora en una actividad social, formando grupos de discusión sobre el partido del domingo o cualquier tema divino o humano que les distraiga de hacer deporte. A continuación verán a 'Chuachi' -diminutivo de Chuachenager-, siempre hercúleo, la mayoría de las veces ciclado, cuyo único horizonte vital es hablar de musculación en todas sus facetas, no intenten desviar la conversación hacia otros meandros, será un fracaso seguro. Después tienen al 'novato', que empieza ese mismo día sus entrenamientos con una frase clásica e irrenunciable: yo es que no me quiero poner muy fuerte, como si ganar músculo fuera una cuestión inherente a pagar la cuota. Santa inocencia. Seguidamente no pueden obviar a la 'tía buena', que normalmente va a spinning o aerobic, pero que de vez en cuando hace una visita a las máquinas alimentando la conversación de los 'charletas' y distrayendo incluso al rocoso y monotemático 'Chuachi'.
También pueden encontrar al 'intelectual', que normalmente solo hace bicicleta porque le permite leer a la vez un libro. Y al 'veterano', macho alfa que concita a su alrededor una corte de chavalitos buscando un faro que los guíe en el proceloso mundo, ya sea con consejos vitales o deportivos, y si es gay o criptogay, utilizando su ascendiente para alegrarse el día. Y no debo olvidar al 'silencioso', ese numerario del gym que lleva veinte años en la sala pero que nadie ha hablado nunca con él ni se sabe nada de él ni ha tenido jamás contacto alguno, salvo para pedir que le dejen un disco de cinco kilos o la máquina de dorsales. Este es un día cualquiera en el gimnasio de su barrio. Antropología en estado puro, que diría Lévi-Strauss.

Human Toilet Celebration

| jueves, 11 de agosto de 2011 | 11:39

http://www.youtube.com/watch?v=hRypTzB3Puc

Billy Wilder revisited

| sábado, 6 de agosto de 2011 | 16:48

Ayer noche, por las calles eufóricas de una Ribadesella tomada por una legión de selleros, una conversación oída al vuelo. Dos chavales con unas copas de más, a uno de ellos le llaman por el móvil, parece ser que al otro lado del teléfono hay un amigo del Algarve que se llama Luciano. Se lo quiere presentar al camarada de juerga y le pasa el teléfono:


-Mira, te presento a Luciano, salúdale.


El camarada coge el teléfono con una gran sonrisa.


-¡Luciana¡, ¡vamos a la cama¡


-Soy Luciano, soy Luciano -responden-, soy un tío.


-Da igual, da igual, me gusta tu voz...