Mis querencias de El Prado

| sábado, 16 de julio de 2011 | 17:40

Paso unos días en Madrid -huyo en cuanto llega el calor, pero no hace tanto como pensaba- y aprovecho para ir a ver la expo de Antonio López. Una cola del carajo y cambio de planes: volver a El Prado. Calculo que hace un año que no lo visito. Entro. A medida que recorro sus pasillos me doy cuenta de que cada vez que vuelvo, acabo delante de los mismos cuadros. La belleza hay que compartirla.











Mi debilidad: Martirio de San Felipe. José de Ribera.


Mi asombro: El Triunfo de la Muerte. Pieter Brueghel El Viejo.



El control del color: Penitencia de San Jerónimo. Joachim Patinir.





La perfección de los objetos: Santa Barbara. Robert Campin.








El raro: Un ladrón. Antonio Fabrés y Costa.







El drama en cinemascope: La conversión del Duque de Gandía. José Moreno Carbonero.

12 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

Hay un pintor que en este tiempo veraniego expone sus obras en un bar que está situado frente a una discoteca. Las pinturas al óleo son la copia de los lugares más emblemáticos de la pequeña villa marinera y están numerados. Año tras año el mismo número corresponde al mismo paisaje, de lo cual se deduce que o no vende un sólo cuadro o siempre pinta esos 20, que vende y reemplaza. Eso nunca lo pregunté, pero no canso de mirar siempre los mismos cuadros que resumen de un trazo el pueblo de mis amores. Me gustaría comprarme alguno para colgarlo en las paredes de mi casa. Sin embargo la verdad es que no me gustan los cuadros cautivos. Me gusta verlos o en el escaparate de su tienda o en esa improvisada exposición con olor a café y bullicio juvenil. Me producen una sensación que creo que jamás podría explicar, pero creo mirando esos cuadros encuentro retazos perdidos de mi vida.
Saludos

Dar dijo...

Se ve que tienes gusto por lo épico, amigo ;-)

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Como dijo aquel escritor que dejó de escribir cuando le preguntaron por qué: se me acabó la épica, amigo. Épica es literatura :)

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Begoña, eso que me cuentas daría para un relato corto.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Y adoro el cuadro de Ribera: es el único cuadro en que lo más importante está fuera, y todo remite a ello, ese punto de palanca de la cuerda a unos metros sobre sus cabezas.

Y lo del Triunfo de la Muerte ya es de otra división.

Rodericus dijo...

Bienvenido. ¿ has recargado baterias para un año más ?.

Comparto tu gusto por el "raro". Un oleo extraño, realista y magnetico a la véz

Saludos.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Con el depósito lleno, vamos a dar guerra este año. Te queda menos para las vacaciones, creo recordar.

Ilsa dijo...

Espero que hayas disfrutado del descanso, y me alegro que otra vez estés de vuelta.
Me ha gustado que hables de tus querencias de El Prado,ya que en mis vacaciones iré unos días a Madrid y una de mis visitas va a ser al Museo, así que me recrearé en las obras que mencionas y en unas que tengo muchas ganas de ver :"La rendición de Granada", y sobre todo, "Locura de Doña Juana", ambas obras de Francisco Pradilla.

Muchos ánimos Yo.

Saludos.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Mira por dónde, Locura de doña Juana era uno de los cuadros que también iba a poner.

Respecto a Robert Campin, en el blog no se aprecia la delicadeza conque dibuja los objetos, no dejes de acercarte.

YO dijo...

Me encanta Antonio López..lástima que me tendré que perder la exposición.
Que disfrutes del arte en todas sus versiones.
Sin arte - y sin amor - la vida no vale la pena.-

A Ilsa: Gracias por tus ánimos Ilsa. Por cierto, como ya te dije por este blog, mi hija de 9 meses, lleva tu precioso nombre en versión española.
Un abrazo.

Dar dijo...

Di que sí. Además, me parece que en lo épico es más difícil de disimular la vacuidad :)

Carlos dijo...

No conocía a Fabrés y Costa (y ya veo lo que me pierdo) pero me recordó inmediatamente por estilo y temática a Fortuny....buena selección, yo también tengo que volver al Prado...
Saludos