La seducción accidental

| jueves, 7 de abril de 2011 | 17:32


Esta foto fue tomada por George Silk en 1956, durante los Juegos Olímpicos de Melbourne. Entonces no sabía quién era aquella atleta, simplemente cubría los saltos de altura femeninos para Life, cuando localizó a aquella desconocida entre bambalinas. En ese momento supo que tenía algo mágico y empezó a disparar compulsivamente. La veinteañera sueca Gunhild Larkin, que así se llamaba la chica, nunca ganó nada, ni siquiera estuvo entre las mejores, e incluso en el resto de fotografías no hay nada extraordinario en ella. Pero en esta sí, en esta tuvo su momento decisivo, y lleva seduciéndonos desde él durante los últimos cincuenta años.

7 comentarios:

Rodericus dijo...

Una camara, en un momento determinado, puede captar un destello de vida y belleza para plasmarlo inmovil para la eternidad.

Y convertir esa imagen en un autentico icono intemporal.
Pero si ese mismo sujeto fuese captado en una grabación cinematografica o de video, posiblemente perderia todo su encanto.

Me recuerda a la famosa fotografia del "Che" Guevara de Alexander Korda, tan repetida hasta la saciedad en posters, camisetas, etc.Si en vez de un solo fotograma, hubiese sido una filmación de un par de minutos, habria pasado inadvertida.

Es la magia de la fotografia, y maxime cuando es en blanco y negro y con un grano grueso en la emulsión.

Saludos

Begoña Argallo dijo...

A veces uno mira a la gente y pagaría una fortuna por saber lo que está pensando en ese preciso instante. Creo que a parte de la belleza deslumbradora y casi felina de la chica, tras el objetivo se escondía un intento de atrapar ese pensamiento capaz de dar tal fuerza a su mirada.
Saludos

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Pues seguramente no pensaría en nada concreto, y en el resto de fotografías te das cuenta de que ni es tan guapa ni es tan interesante, sólo es una cría de veinte años como hay millones. Pero en esta foto se produce algo inexplicable, un milagro. Es el misterio del arte, ese 1% que no podemos controlar en un oficio en que el otro 99% sí se puede.

Ilsa dijo...

Puede ser milagro,misterio del arte,casualidad,momento mágico,instante atemporal...sólo se que cuando ví "el beso de la plaza del ayuntamiento " de Robert Doisheaw,me quedé pensando quienes serían,cuanto se querrían,porqué se daban ese beso tan apasionado...y al final descubrí que eran dos actores pagados , que hicieron el papel de enamorados.

Para fotografos captando momentos especiales Robert Capa, sobre todo de la 2ª guerra mundial o de grandes actores del mítico Hollywood.

Saludos.

Begoña Argallo dijo...

Me gusta pensar que la deslumbradora belleza de un pensamiento puede aflorar al exterior. Creo que todos conocemos personas feas a simple vista que tienen tal hermosura por dentro que en unos meses te parecen guapísimas. Y cuando contrastas tu primera impresión con la última no das crédito. Y cuando alguien te dice: ...es feo pero feo, te indignas porque sabes que no es verdad, que la belleza es un todo conjunto.
Saludos

YO dijo...

Pues no sé si era guapa o no la chica, pero en esta foto sale realmente bella y seductora.

Creadora de deseo...

Las hay que respiran seducción por todos los poros de la piel. Incluso aunque no se lo propongan. Aunque quieran ser neutrales, seducen. Forma parte de su ADN.

Belén Lorenzo dijo...

Creo que lo interesante de la imagen no está donde suele buscarse: la composición, la belleza de la chica, su pose... Es la fuerza interior lo que atrapa. Es una joven corriente, pero desprende carácter. Y por supuesto, el fotógrafo estuvo en el lugar adecuado el segundo decisivo.