Lo que no sopooooorto

| jueves, 28 de enero de 2010 | 0:42



Que el taxista me pregunte por dónde quiero ir, cuando su trabajo es precisamente llevarme por el camino más eficaz. Que un tipo me dé la tabarra en un medio de transporte público. Esas personas con complejo de inferioridad que hablan a voces por teléfono para que todos nos enteremos de su vida o esas otras que tienen la música puesta a toda pastilla con la ventanilla del coche bajada. Los tipos que te obligan a ser maleducado para que no te pasen por encima. La gente que sabes lo que va a opinar antes de que abran la boca -sobre cualquier tema-. La osadía de la ignorancia, que te explica cómo deben ser las cosas aun no teniendo ni repajolera idea. Los políticos que me mienten y que saben que me mienten y que yo sé que me mienten y que ellos saben que sé que ellos saben. El conformismo social, que impele a cierto personal a ser como ovejas, a no destacar, a no opinar, a no ser controvertido, a no indignarse ni quejarse. Las palabras que se ponen de moda y todo el mundo repite como cacatúas, en cualquier contexto, como "excelencia". Pensar que se puede vivir eludiendo las consecuencias. Los palmeros. El gin-tonic con pepino -sabe a gazpacho, como bien me iluminó mi colega Luisgé Martín-. La música country. Los Beatles -ni juntos ni por separado-. La ausencia de orden. Que cuando vas de compras el vendedor se te pegue como un molusco. No tener un vaso de agua cerca cuando estás de resaca. Las ínfulas culturetas, su impostura. Los camareros y las dependientas y los funcionarios y etcétera que te tratan como si te hicieran un favor. Los feos -y no me refiero a la apariencia física-. Que se estropee un CD alquilado hacia el último tercio de la película. Ducharte con agua fría. Los individuos que desprecian lo que no conocen. Pasar demasiado tiempo sin viajar. Faulkner. El hígado y la lengua de vaca. El vino malo. La prostitución infantil -ESTO ME TOCA MUCHO LOS COJONES-. Woody Allen cuando quiere ser Woody Allen. Bob Dylan cuando cree que puede cantar mal por ser Bob Dylan. Que me pregunten si lo de escritor me da para vivir. Los que quieren quedar bien con todo el mundo -son impostores, directamente-. Schoenberg o cualquier cosa que se le parezca -Chopin también me pone nervioso-. Los licores malos...



To be continued…

32 comentarios:

pushkina dijo...

"Sheeple" - asi los llamamos en el argot ingles a la gente que actua como ovejas.

Begoña Argallo dijo...

Coincido en mucho de lo que has comentado. Pero lo siento, soy de los que hablan en un transporte público si el acompañante tiene conversación y la quiere. Se encuentran personas inolvidables y conversaciones superprovechosas, una vez una señora mayor me contó que acababan de cortarle un brazo a su hermano a causa de una diabetes que él nunca cuidó, ya le habían cortado las piernas y estaba ciego. Encontrar consuelo para una mujer en su estado que termina dandote las gracias por ese ratito de conversación es algo que un día oscuro te aporta luz.
Suelo opinar de aquello que conozco a medias_ casi siempre para que me instruyan y darme la licencia de cambiar de opinión, así me he ido convirtiendo en alguien con quien soporto vivir diariamente, o casi.No soporto la gente que siempre ve la parte mala de todo, estos especímenes los mantengo lejos porque me roban toda la alegría acumulada _ esto me trae problemitas con "alguien de mi entorno" pero se siente. No soporto a los envidiosos, ni a los insidiosos, ni a quienes se quejan de tener mala suerte _ la suerte la hace uno mismo diariamente con su toma constante de decisiones. No soporto a quienes se esfuman cuando atraviesas un mal momento; ni a quienes hacen de un mal momento su forma de vida. No soporto a la gente que no tiene sueños porque normalmente no te los dejan tener y te los pisotean. Y los recoges del suelo, los ahuecas un poco y son sueños aún más firmes que antes y te dejan apoyarte en ellos mientras caminas. Odio esa frase que dice que quién de veras te quiere te hará llorar, siempre la odié,pero ahora sé que las lágrimas que no lloras porque no merecen ser lloradas se convierten en perlas.

Begoña Argallo dijo...

Nota: ( No soporto a la gente que añade notas a las notas, por cierto, sorry)
Acabo de recordar que a la mujer que se subió a mi lado al bús se le acababa de morir el hermano después de meses de estancia en el hospital. Y que lo único que hice fue repetirle que si yo estuviese en el estado en que estaba su hermano vería la muerte como la mejor opción de todas porque en ese caso la muerte era una liberación. Y tal vez una oportunidad de volver a nacer. Creo en todo lo que digo _ aunque me equivoque. Uno no sabe quien tiene la razón en algo que no se ha demostrado.

Anónimo dijo...

¿Entenderías que te cobrasen por poner esta imagen en el blog en concepto de propiedad intelectual?

ANÓNIMA dijo...

¿Qué te pasa Ignacio?. No te imaginaba verde de ira por nada...Relax, todo eso no tiene tanta importancia.

1.Que el taxista me pregunte por dónde quiero ir, cuando su trabajo es precisamente llevarme por el camino más eficaz.
**Yo le contesto que por el camino más corto, en aras del ahorro energético. Pero no me cabreo; no vale la pena.

2.Que un tipo me dé la tabarra en un medio de transporte público.
**Contesto con monosílabos, para que se percate de que no me interesa conversar...si es que no me interesa su conversación. La mayoría de las veces. Pero de la gente interesante que hay por el mundo, no se puede pasar. Hay que escuchar, hablar, darle su tiempo, el que merece cada persona. Aunque sea en un transporte público. Pero no me cabreo.

3. Esas personas con complejo de inferioridad que hablan a voces por teléfono para que todos nos enteremos de su vida o esas otras que tienen la música puesta a toda pastilla con la ventanilla del coche bajada.
**Son molestos. Es cierto; toda la razón. Pero si el coche pasa por delante, tampoco te molesta mucho rato. Y si está a mi lado, el del telefonillo, pues le pido con un gesto de la mano, hacia abajo, que module su voz.

4. Los tipos que te obligan a ser maleducado para que no te pasen por encima.
**Procuro ser firme; no maleducada. Perder la educación te coloca a la misma altura.

5.La gente que sabes lo que va a opinar antes de que abran la boca -sobre cualquier tema-.
**No se puede saber de todo. Y hay que saber cerrar la boca, cuando no sabes de un tema, y limitarse a escuchar, para aprender. Si veo gente así, no me cabreo. Observo lo que no quiero ser.

6. La osadía de la ignorancia, que te explica cómo deben ser las cosas aun no teniendo ni repajolera idea.
**De eso hay mucho. Tal vez todos pequemos alguna vez, pero hay que aprender de nuestros errores. La ignorancia es infinita. Lo grave es ignorar de lo tuyo; pero es preciso mejorarse día a día. A veces hay hasta escritores que cometen faltas de ortografía, y no por ello tienen que dejar de escribir, ¿verdad?.

7. Los políticos que me mienten y que saben que me mienten y que yo sé que me mienten y que ellos saben que sé que ellos saben.
**Yo ya me he acostumbrado. La clase política me decepciona y aburre mortalmente, por norma general. Pero no me cabreo. Trato de descubrir si queda algún ejemplar que merezca el noble nombre de político. Alguno queda, no creas. Alguno queda.

8. El conformismo social, que impele a cierto personal a ser como ovejas, a no destacar, a no opinar, a no ser controvertido, a no indignarse ni quejarse.
**Cierto. Pero si opinas, te atreves, ....a veces, te montas un lío del carajo. Ni te cuento. Pero asumo las consecuencias, vale la pena. Creo. Y saber que la gente que más respeto, me apoya, me anima mucho a ser valiente, a decirlo...

9. Las palabras que se ponen de moda y todo el mundo repite como cacatúas, en cualquier contexto, como "excelencia".
**Hombre. A veces toca hablar de ello. Sobre todo cuando forma parte de un plan. Cuando estás en un nuevo grupo, que ha merecido tal calificación, y hay que sostenerla. Lo más difícil no es llegar, sino mantenerlo. Si tanto te molesta, no leas la prensa asturiana, por ejemplo. El Principado, los medios, la población,....todo el mundo está implicado en ello, y creo que también, orgullosos. Muy contentos de ello.

10. Pensar que se puede vivir eludiendo las consecuencias.
**¿Y quién piensa eso, Ignacio?. ¿Quién puede pensar eso?
Todo lo que haces, bueno o malo, tiene sus consecuencias. Pero si has actuado de buena fe, y resulta que te has equivocado, ¿te han de masacrar y arruinar la vida por ello?. ¿Quién haría esto último?. Pues la mala gente, las malas personas. Seguro que no formas parte de ese grupo.

11. Los palmeros.
**No los conozco.

..................................

ANÓNIMA dijo...

12. El gin-tonic con pepino -sabe a gazpacho, como bien me iluminó mi colega Luisgé Martín-.
**Ni idea; no lo he probado con pepino. Con nitrógeno líquido tiene su punto...Rico y divertido. También es un placer visual previo, el espectáculo que forma. El gin-tonic, y otras cosas ¿no?...Placer visual previo al placer del paladar. Fundamental.

13. La música country.
**Me aburre. Aguanto 10 minutos máximo. Como el jazz, más o menos.

14. Los Beatles -ni juntos ni por separado-.
**Según el momento. Más cuando era joven, ahora ya...

15. La ausencia de orden.
**Vivo rodeada de orden. No obstante, el integrismo del orden, tiene su aquel, también....Si veo algo fuera de sitio, lo coloco. No me cabreo, pero será que no me pasa a menudo, que me descoloquen...Es muy difícil, no creas.

16. Que cuando vas de compras el vendedor se te pegue como un molusco.
**Cierto. Digo tajante: “Estoy mirando”. Has de comprender, Ignacio, su sueldo, y a veces su trabajo, depende de lo que facture cada uno.

17. No tener un vaso de agua cerca cuando estás de resaca.
**Nunca estoy de resaca. De alcohol, al menos.

18. Las ínfulas culturetas, su impostura.
**¿Y las tuyas, alguna que otra vez?. Se te perdonan....Mirémonos de vez en cuando, sólo de vez en cuando...

19. Los camareros y las dependientas y los funcionarios y etcétera que te tratan como si te hicieran un favor.
**Cierto. Pero hay funcionarios que trabajan en día de fiesta; conste.

20. Los feos -y no me refiero a la apariencia física-.
**Ya. Es tremendo ser fea por dentro. Tremendo. Estoy intentando ser bella por dentro algún día; espero lograrlo. Lo de fuera, ya no tiene remedio, y encima va a peor cada día. Del bótox, paso.

21. Que se estropee un CD alquilado hacia el último tercio de la película.
**Yo, más bien, contemplo el cabreo ajeno. Me imagino cómo terminaría la historia. Ahora bien; si el CD es de Chopin, y se joroba en la última pista, entonces sí que me cabreo. Si el intérprete es bueno, claro. En caso contrario, me alegro. Profanar al dios del piano, es pecado mortal.

22. Ducharte con agua fría.
**No sabes lo que te pierdes..

23. Los individuos que desprecian lo que no conocen.
**Imperdonables. Y sin embargo, hay que perdornarles también. ¿No te lo enseñaron en los Dominicos eso?

24. Pasar demasiado tiempo sin viajar.
**Lo llevo fatal. En breve, me voy a Finlandia, pero ¡¡¡A CURRARRRRRR!!. Cosas que acarrea la Excelencia Internacional. Es lo que hay. O pones la vela a favor de los tiempos, o no avanzas, o te paras. Y no. Aquí estoy. Luchando. Sólo es un término, hombre. No te pongas así. No es más que eso.

25. Faulkner.
**¿Ese es escritor no?. Uyyyy, es que soy de números....

26. El hígado y la lengua de vaca.
***Asqueroso. Ni las mollejas, ni los riñones...

27. El vino malo.
**Lo detecto, pero no por el paladar, sino por la migraña que trae. Así que ni lo huelo...

28. La prostitución infantil -ESTO ME TOCA MUCHO LOS COJONES-.
**¿Qué tal, “esto me indigna”?. Ya sé, ya sé que no te gusta. A mí tampoco, lo que pasa es que no lo puedo decir, porque yo no tengo cojones. O sí, Ignacio. ¿Crees que los tengo?.

29. Woody Allen cuando quiere ser Woody Allen.
**Tiene de todo. Bueno y menos bueno. No discuto de cine contigo.

30. Bob Dylan cuando cree que puede cantar mal por ser Bob Dylan.
**Pues no. No pasas una, ¿verdad?.

31. Que me pregunten si lo de escritor me da para vivir.
**Qué indiscretos.

32. Los que quieren quedar bien con todo el mundo -son impostores, directamente-.
**No se puede. Hay que decir lo que se piensa y siente, y asumir las consecuencias.

33. Schoenberg o cualquier cosa que se le parezca
**No sé quienes se le parecen..


..........................................

ANÓNIMA dijo...

34.-Chopin también me pone nervioso-.
**Pues estamos en el bicentenario de su nacimiento, así que tómatelo con calma. Va a ser el Chopin de HoroWitz, que no es el mejor. Mejor Rubinstein. Mucho mejor. O bien, hace unos días, en el Auditorio de tu ciudad natal, ha tocado el Dios Zimerman. Eso sí que vale la pena. Otro polaco, tocando al polaco.

http://www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=537293

http://www.lne.es/oviedo/2010/01/19/zimerman-poesia-piano/861321.html


35. Los licores malos...
**Pues claro. Paso bastante de licores. Prefiero el vino, o tal vez haya algún licor que me guste. Ahora no caigo.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Anónimo, que me cobren por poner un fotograma de Hulk no es sensato, ahora bien, si pongo la peli, sí.

Rodericus dijo...

Y yo que pensaba que estos dias andaba más crispado que de costumbre. ¡¡Leches, es que esto parece el muro de las lamentaciones!!, si suelto en vóz alta la mitád de todo esto, me mandan a la farmacia a buscár alguna cosa.
Por cierto, a la larga lista le faltan los alegres chicos de la Agencia Tributaria y los del Ayuntamiento y sus obras estúpidas y eternas.

neville dijo...

Creo que esta bien, muy bien, cabrearse, indignarse, no ser conformista, conformarse aunque este amortiguado por una buena musica y/o un excelente vino ( y por supuesto buena compañia) es morir un poco.
Por eso nos atraen tanto esos seres que reflejan la actuación bruta de la naturaleza, se llame Hulk o Kong, lo que sucede es que al final la belleza nos derrota, aunque como dijo alguien que ahora no recuerdo "hay que saber rendirse con condiciones".
Saludos y buen fin de semana. naturaleza interna

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Esto me lo ha colgado una chica en facebook, tiene su gracia.


...o que el taxista no pare el taximetro mientras para el taxi y consulta el mapa,a los que hacen un chiste de bombas porque llevo apellido vasco,o que la gracia solo está en andalucía,hablar del tiempo en el ascensor,de los escritores que se consideran chamanes,los vegetarianos que te dan tres años de vida,beber vino malo con alguien que te gusta mucho,a los que dicen "tú no sabes lo que es sufrir",a los que defienden la fe como fe y no entienden que no creas en dios,a los fanáticosde la religión,del ecologismo,de las ideas,del amor...,a la mierda en las calles,a los padres de te voy a contar un cuento para que te duermas,a las feministas que nunca han hablado con un hombre inteligente,a las mujeres que son de profesión mujeres,a las que utilizan su condicion de mujer para putear de verdad,a los hombres que te hablan de cosas transcendentales cuando solo quieren llevarte a la cama,a la colección de fotos en el feis,a la corrupción en los ayuntamientos rurales,a los que miran los zapatos,a que zara ponga new colletion en la esquina del instituto cervantes y este venga a organizar conferencias,la monarquía y sus mentiras,los que consideran la pobreza con mucha fotogenia,la perdida de tiempo,los lameculos,el ruido,a la gente que le gusta tener un escritor como amigo pero no por amigo sino por escritor.a los que abusan de los niños.No es que no los soporte
(es infinitamente mas) o me haga mayor.y el gin tonic con tres quilos de yerbabuena.

Begoña Argallo dijo...

Ignacio,la verdad que este último que nos has regalado es buenísimo de la muerte.Arte del bueno sin duda.
rodericus no es necesario ir a la farmacia a por algo, se necesita vomitar lo que te hace mal de cuando en cuando, puede que no cambie nada pero lo que es seguro es que cuando te quejas te oyen. Tal vez no hacen caso pero al menos saben que sabes, y ese es un cambio.

Anónimo dijo...

Bueno Ignacio por donde empezar, mira yo soy una de esas dependientas que según tú, se te pega como un molusco y claro te molesta, te molesta que te digan:
Buenos días, ¿le puedo ayudar en algo?. ¿Es verdaderamente molesto verdad?, quieres que te diga yo lo que en mi opinión y desde el otro lado, es verdaderamente molesto:
-Que cuando educadamente saludas a un cliente no se digne a contestarte o te dedique una miradita de asco y tu tengas que ponerle buena cara cuando lo que te apetece es mandarlo ya sabes donde.
-Que tengas a un jefe controlando cada movimiento y que aunque no te apetezca atender a la gente porque realmente te importa un carajo lo que quieran, tengas que hacerlo porque sino te cae la bronca.
-Que justo cinco minutos antes de salir te venga un pesado que no sabe lo que quiere y que por su culpa salgas tarde.
-Que la gente tenga la maldita manía de hablarte a diez centímetros de la cara, y yo doy un paso para atrás y ellos nada no se dan por aludidos.
-La gente que huele mal.
-Los que te miran por encima del hombro y te juzgan sin conocerte y piensan que eres alguién a quién pueden despreciar porque eres una simple dependienta.
-Los que piensan que mi comisión es lo suficientemente buena como para aguantarles las chapas.
-Los que intentan ligar.
-Los que tienen un mal día y lo pagan contigo.
-Los que se creen que los precios los pongo yo y me dan un discurso de lo vergonzoso que es que una camisa cueste 180 euros.
-Los que me ponen una reclamación porque dicen que no les preste la atención debida...
En fin Ignacio, desde el respeto y la admiración que te tengo, dejame decirte que todos hacemos cosas que molestan a los demás, a veces con un poco de empatía y comprensión puedes entender ciertos comportamientos, otros no por supuesto. Por cierto con mi minúsculo sueldo de "dependienta molusco" me compro todos tus libros. Un saludo.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Tampoco yo me libro de ciertas ínfulas, a veces, es cierto. Persona "humana" soy.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Para la chica que trabaja de dependienta: me parece bien que muestres el otro lado. Y me parece mejor que te gusten mis libros. Gracias.

Anónimo dijo...

Espero que te sientas mejor, después de haberte desahogado diciendo todo lo que te molesta. Humano eres y buena persona también, me consta, yo también me quede muy relajada diciendo todo lo que dije, siento haberlo dicho asi tan duramente pero fue lo que me salió cuando leí tu artículo-queja. Ahh, me encanto lo que escribiste hace un tiempo, un artículo que se titulaba "Ellas", muy bonito, enhorabuena por él.

Begoña Argallo dijo...

Yo quería hablar de esa gente en plena mañana te hace el recuento de la gente que se murió en el pueblo en los últimos 30 años. Que te cuenta que estuvo en el pueblo _ porque heredó la casa de sus padres_ y era todo deprimente. Y eso que es un pueblo hermoso de lo lindo. Personas que jamás entendiste porque en realidad no tienen motivos de qué quejarse. Tú ves delante a una mujer ágil de 70 hermosos años, miras a su marido, a sus hijos hermosos, sus nietos y no lo entiendes. Y te dices Yo jamás seré así...
Y no lo eres, tienes 28 años tu vida es perfecta, tu marido es lo más, tus hijos te adoran, tus padres tienen sus cosas pero son lo mejor, tus tres hermanos la bomba, sus hijos superchulos. Los proyectos están en marcha... Y de pronto se te va muriendo gente a la que quieres y resulta que uno menos es muchísima gente. Tus hijos crecen y te dicen que a los 40 te irás al asilo porque no hay quien te aguante,y ya tienes los 40 encima, tu marido te mira y te dice que tu talla 38 se hinfló hasta el punto en que debes hacer algo. Él que siempre te decía que tú eras perfecta en todo. Sigues sumando gente que no está y llega el día en que miras de lejos la pila de álbum de fotos que tú hiciste cuando te compraste tu primera cámara - porque ya te decían que no la había más fanática de fotografiar que tú y te iban esquivando sin conseguirlo_ y resulta que todo está ahí. Ahora sabes que los mejores momentos de tu vida ya no volverán que eso es imposible. Intentabas retratar la perfección de ese momento y está ahí. En esas sonrisas de toda la gente que querías, en sus muecas de ya te vale, en su gesto de basta ya.
Todo brilla porque lo que había que vivir estaba delante de tí, lo importante estaba contigo.
Una persona a veces es la suma de cien, y en eso no habías caído y te miras al espejo y ves a tu vecina en vez de a tí y te dices que tampoco ahora quieres ser como ella que lo sigue teniendo todo y es un puro lamento cada vez que la encuentras, es maja pero te agota el día a plena mañana. Afortunadamente tú te has mudado a otra casa y ya no tendrás que intentar animarla cada mañana, cada minuto, cada nuevo día.
Pero ahora estás tú que eres lo más alegre que parió el mundo y te mueres por ver fotos que sólo te hacen llorar, porque sabes que una vez fuiste feliz cien por cien sin tener nada, y teniéndolo todo. Porque en lo material tu suma es la mejor de todas y en lo personal eres alguien que resta. Lo tienes todo, pero todo lo que te falta está ahí y nadie te lo quita_ porque una vez que una persona te pertence es tuya para siempre_. Y no crees en la muerte pero la muerte es y está y es y será. Y escribes sobre ella y te abres de nuevo las heridas que están y estuvieron, te preguntas para qué y porqué y sabes que es tu modo de dejar constancia de aquello que es importante. La vida a la que no renuncias aunque no esté porque era, y cuando era tú eras invencible, eras alguien a quien nada podría detener en el convencimiento de que ha nacido con estrella. Ahora sólo temes las nuevas restas que se puedan producir y no lo dices no vaya a ser que sea posible de sólo pensarlo.
En este punto me apetece borrarlo todo y dejaros en la paz que merecéis, pero tener un editor es un lujo que en este momento me puedo permitir, _sólo él sabrá la de mensajes que recibirá con una petición rotunda: "Por Dios haz que se calle de una vez. Que no nos torture con tanta chorrada".
Tener un lugar donde poder decir cosas como estas es un lujo. Y un lujo gratuito que por tanto me puedo permitir.
No os equivoquéis soy la persona más feliz del mundo, pero tengo mis espinitas y me gusta arrancármelas para que no se infecten.

Begoña Argallo dijo...

Sólo un apunte:
Los mejores momentos de mi vida tienen momentos musicales. Será porque nací el día del santo de mi madre que es santa Cecilia, la patrona de la música, tal vez no sea casualidad.
Hay una canción hermosa que se titula Amigos para siempre de los Manolos.
Una nochevieja en la que yo andaba cámara en mano sacando fotos retraté el momento en que todos bailábamos con esa canción que sonó varias veces por las repeticiones de las cadenas de televisión en una noche que duró hasta la mañana.
Yo en ese momento la titulé la canción de nuestra vida y la oí cientos de veces y me encantaba. Me encanta por su tono festivo. Es una virtud de la música que de pronto estando donde quiera que estés te llega de repente y te traslada en el tiempo. Esta nochevieja en un repaso de esos que dan la tele la pusieron, todos los que quedamos estábamos juntos y se hizo un silencio. Nosotros que hablamos unos por encima de otros todo el tiempo nos miramos y supimos que esa canción es nuestra canción y que ya nada volverá a ser como antes. Pero...que nos quiten lo bailao.

Tineo dijo...

A las buenas.

El caso es que rememorando mi experiencia, debo reconocer que lo que molestaba hace algún tiempo ya no y otras cosas que no me molestaban ahora sí.

Creo que lo único que conservo inalterable es mi aversión a la estupidez humana, pero claro eso desde mi punto de vista, hay personas que yo veo estúpidas que a otros les parecen personas geniales.

Pero bueno, me voy a ceñir a lo de “a un hombre se le conoce por sus enemigos”.

Begoña Argallo dijo...

Hay un tipo de personalidades que nacen siendo contradictorias. Se sienten raras y estúpidas diariamente lo mismo en silencio que a voz en grito.

Anónimo dijo...

Bueno bueno...hace tiempo que no visito este blog y veo que está animadito, claro que con estos comentarios Ignacio es difícil que no tengas una lluvia de respuestas..si es que tocas a mucha peña..jajaja, conmigo también lo haces pero supongo que tus razones tendrás..solo una pregunta: sobre los palmeros podrías abundar más...es puro morbo, besos

Begoña Argallo dijo...

Para la chica dependienta:
Tranquila, si en tu tienda una camisa cuesta 180 euros tu jefa jamás me hará entrar. En 40 años jamás usé marcas ni pienso hacerlo.

Cuanto más justo es el presupuesto, menos eficaz es engatusar a un cliente con algo que ni puede comprar; sólo es más fácil ahuyentarlo y que se vaya a comprar allá donde le dejen decidir en libertad. Simple y llanamente es eso, al menos lo es si yo a una sola mirada te digo que o me dejas o me voy.
No es nada personal, puedes ser la persona más encantadora de la tierra, la más de la más; pero en una tienda soy alguien que sabe exactamente lo que quiere; si me interesa lo llevo y si no pues no.
Está claro que tu jefa quiere vender y tú quieres tener un trabajo valorado y gratificado eso lo más normal del mundo, pero un cliente no quiere llegar a casa y ver que se lleva justo lo que no quería. Te aseguro que conozco a mujeres que se dejan asesorar siempre y van vestidas como Mary Poppins ( como quiera que se escriba).
Yo tal vez lo voy, pero es siempre por gusto propio no porque haya prendas en la tienda que hay que eliminar porque nadie quiere.
Todo va dicho con mucho cariño y ojalá tú no notes la crisis. Yo la noto, y el paro de la juventud también, debo ser una compradora muy eficaz 30 días al mes. Y que nadie diga que no hago deporte, es un deporte extremo como el de Calleja.

Begoña Argallo dijo...

Para quien no soporte verme en este blog, tranquilidad mi madre de pequeña me odiaba cuando tirando del hilo volvía de clase sin media manga en mi jersey de lana. Eso lo hago ahora con las palabras, una que no es perfecta ni falta, total...
Lo que no soporto, que ya iba yo que no podía con la vida es un programa nuevo: la escobilla nacional. El otro día mientras andaba distraída con la cena comenzó. Y mientras apagué la tele y no, porque ya solo queda apagarla me indigné de que en virtud a la libertad de expresión, que es un concepto honorable, se permitan los programas de televisión llenos de brujas. Porque haberlos hailos y ya me tienen fritas las ex de toreros, primas de folcróricas, para qué seguir, sabemos de lo que hablamos.
Y me ronca la pandereta descubrir a una autora de 50 libros publicados. Ahí es nada, o el ganador de 40 premios literarios, o una escritora capaz de escribir la muerte de su hermano y darnos lugar a una paz infinita.
Es decir, gente de bien, gente que lucha, que se mata por ser algo que valga la pena, hay mil ejemplos de ello afortunadamente sean silenciados y los hallemos justo porque los buscamos hartos de tanta mierda con perdón.
Eso es lo que más me enerva que digan que esos programas están porque los queremos ¿QUIEN LOS QUIERE?, que me lo expliquen.
Nosotros queremos ver gente con ideales, con honorabilidad, con deseo de ser algo que valga la pena. Y no esa mierda repito y pido perdón que a veces nos muestran.
No es nada personal con este blog, aquí no me encontré nadie cutre porque aquí solo está quien lo vale. No soy el caso, lo mío es mera casualidad.

Begoña Argallo dijo...

Lo siento, eso último con las prisas lo dije raro. Quiero decir que no es casualidad que yo esté en este blog. Estoy porque aquí todo el mundo es como el mundo que yo quiero. Todo gente honesta. Y que me siento una privilegiada por estar.
Ufff, que descanso. Eso era.

Begoña Argallo dijo...

Lo que no sopooooorto:
Si conocieras a Claudia verías a una mujer del montón que en este momento solo estaría orgullosa de sus ojos verdes. Ella lo estaba porque los heredó de su padre. Ninguno de sus hermanos los tiene. Su hija los adora a diario porque son del color de ese cantante que la vuelve loca. Un buen cantante porque sus letras defienden causas honorables. Crea músicas inolvidables y tiene una voz hermosa de matiz inigualable.
Claudia no lo sabía pero viendo la película 300, que le encantó tanto a ella como a sus hijos hizo un descubrimiento:
Se casó con Leónidas, pero no el antiguo, uno moderno que vuelve a diario matado de su trabajo.Un trabajo horrible. Ella no hace nada, solo cuida de la casa y de los niños. Él está orgulloso por lo mucho que la cuida. Todas las mujeres trabajan menos ella. Ella si que vive bien.
Claudia tiene un enorme defecto: es incombustible. Tanto que puedes pisotearle cada día y ella seguirá haciendo que un sol radiante alumbre su mundo y el de su familia. Cree en la vida hasta límites mortales de necesidad.
Su marido le dice a diario que no puede vivir sin ella ( y ella sabe que es verdad) lo sabe porque termina el día hecho un trapo. Nadie puede con él, es bob esponja, parece necesitar tanto líquido que se marea.
Y termina frito. Y tiene el estómago frito. y la moral frita ( la suya y la de ellos tres).
Leónidas gira en su noria. Claudia intenta de todas las maneras posibles, bueno, imposibles de que deje de ir a la guerra diaria. Y no hay forma porque es un luchador nato,y vuelve vencido. Y ella va a ver a su médica un día y le cuenta el caso a ver que se puede hacer. Ella anota en el ordenador mientras Claudia habla, la mira y escribe.
Un día que Leónidas va a curar sus heridas de guerra, la médica le explica cual es el problema real de todo. Le lee lo que hay escrito en el ordenador.
Ahora es Claudia la que tiene una guerra diaria en la que Leónidas le grita que vaya a borrar lo escrito en aquel ordenador. Todo lo escrito le deshonra y mucho. Grita, amenaza y se enfada. Claudia le dice que ella no escribió nada en el ordenador del ambulatorio. No sabe nada.
Y sabe que no hará nada contra una verdad, en todo caso. Su propia verdad que ve a diario ante sus ojos.
Ahora hay dos batallas diarias en esa casa, la de Leónidas la provoca él mismo. La de Claudia una médica que no le solucionó nada. Absolutamente nada. Pero le trajo otra guerra más a su vida donde ya tenía. Ella es indestructible es verdad, pero sabe que aquel día un buen cólico que la hubiera dejado en casa estaría genial.

Begoña Argallo dijo...

En respuesta al comentario de Tineo, decir que aunque parezca que lo mío es increpar a todo el mundo ( algo que un mal pensado pudiera interpretar), lo que intento es conseguir un abanico lo más amplio posible de disertaciones.
Yo creo justamente lo contrario, que a un hombre se le conoce mejor por sus amigos. Y que el hombre que es capaz de extraer lo mejor de todos aquellos que se encuentra por la vida, sean quienes sean, y sean cómo sean. Ese hombre que puede tener alguna debilidad momentánea, está más preparado que el resto para ser justamente aquel que decide ser.
Saludos.

Begoña Argallo dijo...

Y no hablo del número, sino de la calidad. Uno sólo bien escogido es aveces la suma de mil.
Aviso, casi siempre suspendía matemáticas. Pero como tengo al menos una amiga que vale por mil y está en Madrid, puedo presumirlo.

Begoña Argallo dijo...

...Y no se trata tampoco de distancia, una persona que está a un metro puede estar a años luz de tí, y una que está a mil kilómetros estar en el centro mismo de tu corazón.
Digo que un amigo es quien mejor retrata a una persona, porque es la fuente en la que bebe. Y la fuente de que beben riega a las plantas. Es justamente por eso que algunas tienen un perfume de viento y algas, y otras un tufo insoportable.

Begoña Argallo dijo...

LO QUE NO SOPORTO: la sensación que desde que llegué a este blog he desplazado a todo el mundo. Me gustaría pensar que el que nadie quiera parezca estar inspirado para dejar comentarios ( o menos que antes en todo caso) no tiene nada que ver con que me haya agregado y sea una aldeana algo plasta.

Pues dicho esto, lo que no soporto es que me hayan regalado algo que jamás he pedido: las muertes de todas las personas que se han muerto porque alguien las ideó. Me parece macabro. Una maldad infinita. Un dolor innecesario. Una oportunidad de envejecer que ha sido arrancada dejando una desolación innecesaria...
Cualquier guerra empezada, cualquier atentado, el de las torres gemelas, el del metro de Madrid...estaría así hasta la eternidad. No soporto la falta de la imaginación de la gente para defender causas de esa forma y por supuesto que el hecho de defenderlas así habla por sí mismo de su incongruencia.

No soporto esa tarde de playa en que un niño no calla con que debes llevarlo. Y lo llevas con el corazón encogido porque Miguel Ángel Blanco ha sido hallado en un bosque. Y su diagnóstico es muerte cerebral. Tu hijo va feliz a la playa y las lágrimas no te dejan ver demasiado bien la carretera porque hubiese podido ser tu hermano. Y si le hubiesen hecho eso a tu hermano no podrías vivir dentro del mundo. No sin él.
Lo mismo que si fuese tu novio, o tu hijo, o tu amigo, o tu vecino, o tu compañero diario del bus.
Un Félix Madero desde la radio del coche relata las noticias que hay, con el corazón encogido, y sin dejar de aferrarse a la esperanza primera de que lo de Miguel no sea tan grave como parece. Después va perdiendo poco a poco la alegría de haberlo encontrado al fin después de tanta angustia. Y tú tienes que detener el tiempo hasta que puedas finalmente sacar a tu hijo del agua. Lo miras desde la orilla ausente, sin quitarte el vestido y la gente en la playa parece tan encogida como tú. Todo parece el Auswitz que relata otro Miguel, Miguel Morey en un XXII premio Anagrama de ensayo que si alguien te preguntara hubieses dicho que ganaste tú por el inmenso placer de tenerlo en casa. Auswitz cubre hoy la vida entera relata cuando quiere decir sin duda que no queda más que una negra oscuridad que lo llena todo. Una ante la que parece imposible poder avanzar. Pues eso, que en un día de sol radiante la oscuridad era tal que no se porqué camino pude volver a casa. Se que volví y que estaba derrotada. Porque no se puede quitar del mundo en nombre de nada _ porque nada que prive al mundo de algo próspero merece llevar las siglas de nada_ a una persona NINGUNA.
Hay cosas que no soporto y encontrar un soporte donde enviarlas lejos es una tentación demasiado grande. No por enviar el dolor fuera de mí, el dolor seguirá dentro, si no porque a veces las palabras son como las palomas, se mueren por volar.

Begoña Argallo dijo...

LO QUE NO SOPORTO:

Que una niña de nueve inocentes años, María, se haga amiga de un chico de veintidós, creyendo que la amistad está en todas partes. Con la inocencia de un cariño multiplicado por mil que es siempre el amor de un niño. David se ha ganado a los padres de María que tienen un negocio y trabajan duro para mantener a su prole. Ellos no ven nada extraño en el comportamiento de David y dejan que lleve a su hija a pasear en vespino por el pueblo. No saben que la ex de David ha sufrido un calvario a su lado. No pueden saberlo...
María desaparece, se la busca por todas partes. No está. Preguntan a David, no sabe. Se detiene el tiempo.
Días después una vecina que va a tirar la basura se encuentra a una niña tirada entre contenedores y no lo puede creer: es María. Llama a la policía. Investigación larga donde el sospechoso potencial tiene coartada, lo vieron en la disco bailando hasta las dos mil. Y María ha sido violada horas antes de aparecer, no cuadra.
El sospechoso cae porque tiene en su casa las joyas de la niña. No le ha bastado con violarla, matarla y tirarla hasta los contenedores desde un tercer piso. Además la violó repetidas veces después de muerta y salió a la disco.

Los que entonces no teníamos niñas y lo vivimos de cerca cogimos un terror gigantesco hacia nuestras niñas que en un centro comercial no las dejamos ni respirar. Ellas crecen pero el terror sigue ahí. ¿Cómo no tenerlo?

Begoña Argallo dijo...

Definitivamente me pasaría un año añadiendo comentarios de este tipo que los tengo a montón. Pero dejo uno que me hincha bastante. Que la vida laboral de un político de para vivir eternamente en el lujo y la de un trabajador para vivir en la precariedad.

Begoña Argallo dijo...

Lo que no sopoooorto:
Que ya no haya trabajo ni para quien quiere, necesita, o ansía trabajar.
Sólo hay que mirar alrededor para ver que cierran cada vez más empresas, se abusa de los trabajadores, se abaratan despidos y liquidaciones, se hace imposible vivir con los impuestos cada vez más altos, y de quienes mandan tan sólo se escuchan soluciones que hacen más irrisorios los sueldos que eran los más irrisorios en sí mismos; como las pensiones de viudedaz por poner un ejemplo sangrante. Yo esperaría que los sueldos que comenzasen a bajar fuesen los de los políticos, y los recortes que fuesen para ellos también, aunque fuese tan sólo por solidaridad, me sentaré a esperarlo.