| lunes, 5 de mayo de 2008 | 0:33



PERSONAJES

En la vida o se es persona o se es personaje, y a mí estos últimos me fascinan. Miren la jeta del señor de la foto, se llama Thomas Kohnstamm, y se merece uno de esos biopics cinematográficos. Este individuo era uno de los autores de la famosa editorial de guías LONELY PLANET, y viajó como enviado especial a decenas de destinos turísticos. Como le pagaban poco dinero y no le proporcionaban ayuda logística, contravenía las normas internas y se identificaba como escritor de la famosa guía, con las consiguientes bulas de comida y habitación gratis. En una ocasión se enrolló con una de las camareras de un hotel, otorgándole como es lógico una excelente calificación al establecimiento. En otra ocasión lo enviaron a Brasil porque hablaba bien español, lo que da una idea del desbarajuste que reinaba en la editorial. Otra vez hizo un artículo sobre la historia de Colombia sin leer ni un solo libro, gracias a una novia colombiana, becaria del consulado del país en San Francisco, que le envió unas fotocopias. Aunque lo más inverosímil e inesperado fue que, cuando se veía realmente mal de dinero, recurría a la venta de drogas para sobrellevar las vacas flacas. Todo esto lo explica en un libro de reciente publicación. No obstante, lo más curioso es que cuando tras la aparición de la obra Lonely Planet revisó con lupa todas sus aportaciones a las guías de viajes, no apareció ningún dato erróneo, ni siquiera el visto bueno dado al establecimiento donde se había liado con la camarera: al parecer, el servicio era efectivamente muy bueno. En fin, lo dicho, un tipo imaginativo, estupendo viajero, y con un morro de cemento armado. Todo un personaje.