| martes, 30 de octubre de 2007 | 23:57


¿QUIERE USTED GANAR EL NOBEL?

Los científicos jóvenes sueñan con el Nobel, pero no es fácil, y cada día es más difícil lograrlo. En 1996 había en el mundo unas 165.000 revistas de forma que, cada ocho segundos, aparecía un nuevo artículo. No todos valen lo mismo, sólo unos cuantos tienen un impacto extraordinario. La mayoría pasan desapercibidos, y hasta un 55% de ellos no son citados por nadie. La política de personal y financiación de las instituciones científicas se decide premiando a los científicos más influyentes y a los laboratorios más productivos, la consecuencia es que la carrera por publicar es extenuante. Por eso yo propongo un atajo a quienes deseen asegurarse un billete para Estocolmo: estudien la composición molecular del rostro del señor Acebes; estoy prácticamente seguro de que una aleación basada en ella lograría una dureza comparable al adamantium de los cómics, convirtiendo el Kevlar en poco más que chapacumen.
En realidad, el señor Acebes en sí mismo también sería un pozo sin fondo para los psicólogos que aspiren a conocer Suecia, pues una explicación para esa sonrojante capacidad de mentir sin que le crezca la nariz hasta proporciones no ya cyranescas, sino roccosifredinescas, les valdría el preciado galardón. También se me ocurre que los sociólogos tendrían algo que rascar, pues cada vez que este señor abre la boca produce el efecto tanto en mí como en mucha gente que conozco, de irnos rápidamente en busca de un espejo y comprobar con preocupación si realmente tenemos la cara de gilipollas que él cree que tenemos. Los literatos tampoco deberían dejar pasar el tren de descubrir, describir y escribir a este nuevo Ouspensky que posee el talento para decir que el gobierno engañó, mintió, se equivocó, lo engañaron, conspiró, no conspiró, que el culpable fue un señor que pasaba por allí... sosteniendo que todos los tiempos coexisten cuatridimensionalmente más allá de alcance de nuestros sentidos, y que sólo son perceptibles mediante sus premoniciones, etc, etc, etc...
En serio, el señor Acebes me tiene perplejo. Ciertamente, es un fenómeno. Sólo él puede afirmar que su partido nunca ha sido responsable ni ha mantenido la teoría de la conspiración -¿entonces quién ha formulado más de 500 preguntas en el congreso para intentar vincular a ETA con los atentados islamistas?-. Sólo él es capaz de decir que si hoy puede hacerse justicia por el 11-M es gracias a la actuación diligente de quien entonces gobernaba -¿a qué se debió pues la avalancha de sms y la derrota inapelable que sufrieron?-. Sólo él tiene los redaños de asegurar que nunca se le ocurriría utilizar la sentencia para sus propios fines políticos y partidistas -nada más surrealista desde aquel pecador de la pradera de Chiquito-. De verdad, de verdad, de verdad: si España es un problema que nos fascina tener a los españoles, dentro de ella mi ecuación de Fermi particular sería Ángel Acebes. E insisto, cualquiera que sea su especialidad no desaproveche esta ocasión de platino para aplicarla y poder leer un glorioso discurso frente a los reyes escandinavos. Yo ya he empezado algo, aunque me temo que ni siquiera con metáforas se pueda llegar a ciertas zonas de la irrealidad de este señor. Eso sí, lo que tengo claro es la primera frase: si me estás meando, no me digas que está lloviendo.

6 comentarios:

Nacho dijo...

100% de acuerdo.

pushkina dijo...

Eto pravda.
Te quiero cuando eres sarcastico. Que risa.

Portarosa dijo...

Muy bien. Increíble, este señor (y qué dientes más asquerosos, por favor).
¿Pero qué me dices de su jefe, ese subnormal idiota y gilipollas como pocos han visto las Españas? ¿No es indignante? (Me refiero a Aznar, claro)

Un saludo.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Bueno, tampoco hay que hacer sangre. En el PP, como en el partido socialista, hay de todo. Al cabo, lo único que defiendo es el sentido común y que no insulten como están haciendo.

Portarosa dijo...

Ya. Pero, Ignacio, yo no he criticado al PP, sino a una persona.

En cualquier caso, insultar siempre (o casi siempre) dice poco de quien insulta, lo sé, pero es que lo de Aznar cada vez me parece más canallesco y necio, lo siento. Y la diferencia con otros personajes es que él ha sido presidente del Gobierno, y eso hace que le hagan mucho caso.

De todos modos, perdona la salida de tono.
Un saludo.

IGNACIO DEL VALLE dijo...

Yo entiendo el cabreo perfectamente, pero no podemos ponernos a la altura de ciertos personajes.

Un abrazo.